Una jornada que transformó corazones en Sibaté
El pasado fin de semana, True Identity vivió una de esas experiencias que dejan huella. En medio del verde paisaje de Sibaté, nos reunimos con decenas de jóvenes para compartir una jornada al aire libre que fue mucho más que un simple encuentro: fue un momento de sanidad, conexión y crecimiento.
A través del juego, una lección de vida
Uno de los momentos más significativos fue la búsqueda del tesoro, una dinámica diseñada no solo para divertirnos, sino para enseñarnos algo profundo: muchas veces, las respuestas que buscamos están más cerca de lo que imaginamos. Cada estación del recorrido nos invitaba a mirar dentro de nosotros, a reconocer nuestras heridas y a comprender que las cicatrices no son señales de derrota, sino de supervivencia.
Sanar para avanzar
Durante la jornada, hablamos sobre el dolor, la frustración y esos momentos difíciles que todos enfrentamos en algún punto. Pero no nos quedamos ahí. Aprendimos que esas heridas, cuando se enfrentan con valor y se trabajan con amor, pueden convertirse en parte de nuestra historia… una parte que nos impulsa, no que nos detiene.
Vimos lágrimas, sí, pero también muchas sonrisas. Jóvenes que al principio estaban cerrados, terminaron abriendo su corazón y compartiendo lo que cargaban en silencio. Y eso, para nosotros, es una victoria.

Construyendo comunidad
Lo más poderoso fue ver cómo, poco a poco, los asistentes comenzaban a apoyarse entre ellos. En lugar de juzgar, abrazaban. En vez de competir, alentaban. Porque cuando entendemos que todos estamos librando nuestras propias batallas, nace la empatía. Y eso es exactamente lo que True Identity busca: formar una comunidad de jóvenes que se levanten, se apoyen y brillen juntos.
El impacto es real
Eventos como este no solo nos llenan de esperanza, sino que nos confirman que vamos por buen camino. Jóvenes que antes se sentían solos, hoy saben que no están solos. Que hay un lugar donde pueden ser ellos mismos, donde pueden sanar, crecer y descubrir su verdadera identidad.
Cada palabra compartida, cada juego, cada abrazo, fue parte de una transformación que continúa más allá de ese día. Porque el verdadero cambio comienza cuando lo vivido se convierte en acción diaria.
En True Identity creemos que cada jornada cuenta.
Sibaté fue solo el comienzo. Seguiremos llegando a más lugares, tocando más corazones y caminando junto a esta generación que tiene tanto por dar.
¿Te unes al cambio?